Como todos los psicólogos en España salí de la carrera con orientación cognitivo-conductual, pero pronto me di cuenta que tratar únicamente el síntoma y dejar la raíz del malestar no era mi manera de trabajar. ¡Y ahí empezó mi búsqueda!

Desde el 2010 he estado formándome en psicología individual  con enfoque integrativo, es decir, estudiando diferentes corrientes para poder adaptarme mejor a cada paciente.

En los últimos años he enfocado mi trabajo en el apego y trauma, raíz de casi todo el malestar que llevamos a cuestas. Para ello, me he  estado formando en técnicas como EMDR o Caja de arena. Así como muchas más que integro en mi trabajo día a día.

En terapia de pareja me ocurrió algo parecido. Durante años, las formaciones que realizaba me parecían muy conductuales y sentía que faltaba algo. Así llegué a la TFE (Terapia Focalizada en las Emociones), un modelo desarrollado en los años 80 por Sue Johnson. Durante 3 etapas buscamos la reconexión de la pareja a través de las emociones, el apego y el descubrimiento de los ciclos destructivos en los que entran. Integro este modelo con toda la formación previa. Si quieres saber más busca la película documental Terapia de Parejas (2024) de Gaizka Urresti.

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